la habitación era tan pequeña que apenas cabíamos, y además el agua caliente no era suficiente para los tres. es una auténtica vergüenza que no ofrecieran un detalle de cortesía al llegar. consideré dejar una buena reseña, pero con esta experiencia. no puedo. ¡vaya servicio más mediocre!

Pasé una noche aquí y el lugar tenía todo lo que necesitaba. La cocina está bien equipada y el personal es siempre muy amable. Además, la ubicación es tranquilita, ideal para descansar después de un día explorando. Disfruté de un desayuno razonable. La atención constante de José, siempre dispuesto a ayudar, fue fundamental para que me sintiera cómodo, ya que viajé solo. Recomendaría hacer una cena sencilla en la cocina compartida, fue una experiencia enriquecedora.

El patio podría recibir mejor mantenimiento.

El desayuno variado nos dio energía para el camino.

Desayuno riquísimo con variedad de opciones.

La habitación era diminuta, apenas cabíamos. El agua caliente no fue suficiente para los tres durante la ducha. Además, la limpieza solo se realizaba cada tres días, lo que resultaba en un ambiente poco agradable.

recomendaría el lugar sin duda alguna para una breve escala

Habitación cómoda, desayuno delicioso, es petfriendly, bien ubicado cerca de Ponferrada, donde los dueños te brindan una atención excepcional y te hacen sentir como en casa.

Todo estuvo perfecto

Impecablemente limpio y servicio cálido con atención excepcional de José, siempre disponible para ayudar.

Nos quedamos una noche en este acogedor lugar y fue perfecto. La habitación era súper cómoda y el desayuno que sirven es para repetir. A nuestro amigo le encantó el trato amable que recibimos de los propietarios. Una experiencia maravillosa para toda la familia.

A mis hijos les hubiera gustado tener un área de juegos, un espacio donde pudieran divertirse más. Pero, en general, fue una buena estancia.

Increíble lugar, habitación super cómoda y atención de primera. La cena brasileña, una delicia total. esos sabores bien colombianos que siempre se extrañan. Perfecto para descansar después del camino. Me sentí como en casa. Recomendadísimo para quienes buscan amor y sabor en su estadía.

Un lugar excepcional para peregrinos

Disfrutamos de un ambiente cálido y acogedor, donde José Luis y su esposa nos hicieron sentir como en casa. El desayuno variado y delicioso nos dio la energía necesaria para continuar el Camino. No olviden visitar El Bordon para unas increíbles parrilladas.

Habitación super cómoda y un desayuno de película. Los dueños, unos genios, te hacen sentir como en casa. La ubicación da ganas de explorar cada rincón del pueblo. Ideal para recargar energías después de andar por el camino.

Ambiente super agradable y atención de primera. El cuarto bien cómodo, con todo lo necesario. La comida, especialmente la cena brasileña, ¡una delicia! Ideal para quienes buscan un lugar tranquilo para reponer energías después del camino.

La atención que recibí hizo que me sintiera como en casa.

Una mayor variedad de opciones vegetarianas en la cena.

Las carnes de primera calidad en los restaurantes cercanos son una delicia, El Bordon, a solo 0.1 km, tiene unas parrilladas que te vuelven loco. También, José, el dueño del hostal, te recomienda sitios para cenar donde puedes disfrutar de sabores locales increíbles. Además, el ambiente en el hostal es tan acogedor que te sientes como en casa. Y la limpieza, impecable, lo que lo hace aún más atractivo.

No hay nada que realmente criticar, ¡todo brilló! Quizás, solo que no pude disfrutar de la cocina comunitaria esta vez, pero eso solo me da más ganas de regresar y cocinar algo delicioso.

El lugar es acogedor con una decoración hermosa. La atención es muy cálida, muy dispuestos a ayudar. Sin embargo, la señal del WiFi no llega bien a las habitaciones. El desayuno es riquísimo y hay cenas temáticas de Brasil que no te puedes perder. Volvería seguro.

La habitación era muy cómoda y limpia, no tuve problemas para descansar. Tenía acceso a zonas comunes como la cocina, lo cual estuvo genial para preparar algo. Lo único que me molestó fue que los edredones no tenían fundas, lo cual me dejó un poco incómodo. Pero en general, me sentí bien allí.